¿Me podrías recomendar...?

Recomendar es una parte inherente del blog porque las reseñas al fin y al cabo tienen como fin exponer mi opinión sobre los productos con la idea de transmitir a otros si me parece adecuado o no para mi tipo de piel y cómo me funciona el producto, y eso aunque no sea de manera directa es una recomendación.

Ahora bien, las recomendaciones directas son otro tema. Naturalmente no me incomoda ni me molesta en absoluto que me preguntéis, pero hay una serie de dudas, problemas o como queráis llamarlos que yo siempre tengo en cuenta cuando alguien me pregunta estas cosas:

1. No recomendaré nunca algo que no haya probado, con lo cual aquellas personas que tengan características físicas muy distintas a las mías lamentablemente podrán tener mi opinión en cuenta de manera comparativa y hacerse una idea así de cómo les puede ir; pero no recomendaré nada directamente que no haya probado. 

2. Por lo tanto nunca recomendaré algo basándome en lo que la marca dice de un producto o en la lista de ingredientes. Yo suelo comentar lo que bajo mi parecer puede esperarse de un producto, por ejemplo "si yo tuviese el pelo así quizá lo compraría", y juicios similares; yo sé que es una especie de recomendación, pero introduzco un matiz y espero que se vea que cuando hago esa clase de comentarios realmente no estoy recomendando directamente ni diciendo "sí, te lo recomiendo, cómpralo". Primero porque jamás diré nada similar, y segundo porque realmente será una mera conjetura personal que espero que contrastéis y además leáis teniendo en cuenta quién os escribe, en la sección "Sobre el blog" me explico más sobre este punto.

3. Tampoco haré nunca lo de recomendar rutinas o cosas concretas de manera fuerte, yo creo que se puede compartir información de manera genérica por ejemplo sobre el ácido glicólico, pero pasar de ahí a decirle a quien sea que me pregunte "normalmente se recomienda empezar con una concentración baja" no es lo mismo que decirle "sí, usa esta concentración que te digo, con esta frecuencia y además con estos productos que te digo yo que te irán bien". Esto último considero que sería una extra-limitación considerablemente agresiva de mi autoridad, ya que eso es campo de un dermatólogo o especialista en el campo, y por supuesto al menos de la persona que decida empezar a usar en este caso por ejemplo glicólico; no mía, no sólo no quiero esa responsabilidad sino que además no puedo asumirla, se me escapa. Tampoco es lo mismo comentar mi experiencia personal en un intento de responder a la preguntas que la otra persona pueda tener sobre el producto que hacer una recomendación directa sin marcar siempre que se habla desde la propia experiencia (y no hace falta explicitarlo, hay maneras de reflejarlo menos burdamente). Muchas veces se recomienda en nombre de una "rutina estándar", que ha surgido probablemente de las fuentes y de una mezcla de ello con la información de carácter comercial de las marcas. Es repetida a lo largo de la web y en nombre de su supuesta cualidad de estándar se asume que es recomendable por quien sea a quien sea, algo que en mi opinión es totalmente erróneo. El saber hacer del especialista es saber, a su vez, las condiciones de aplicabilidad de lo estándar, porque por muy estándar que sea, y por mucho que luego por ejemplo el dermatólogo te recomiende lo mismo que puedes leer en la web; lo que yo no tengo es el conocimiento para valorar si en todos los casos esa rutina es realmente universal, porque lo que es obvio es que no una rutina universalizable, si fuese así todos usaríamos lo mismo y no habría más problemas. En resumen, que en mi caso por esto y creo que tengo motivos sólidos para no hacerlo, no haré recomendaciones de este tipo. No soy dermatóloga ni profesional ni lo pretendo, y esta clase de preguntas hay que hacércelas al profesional en lugar de confiar en lugares comunes, o al menos es mi consejo y lo que yo misma hago. Informarse no va acompañado de creer que una se las sabe todas y llegar a este punto de abuso de autoridad, y en la medida en que creo firmemente en esto es que comparto el tipo de información que comparto en el blog.

En resumen, las recomendaciones tienen y deben tener límites claros porque no por poder se debe, y no todas las recomendaciones son iguales o tienen la misma legitimidad, compartir opiniones es una forma de recomendación, pero tiene sus propias características y lo que yo puedo hacer con cualquiera de vosotros es compartir mi opinión de algo desde mi muy limitada autoridad, tan poca que me parece abusivo recomendarle a alguien algo de forma directa ("sí, cómpratelo", por ejemplo). Sé que a veces me preguntáis cosas específicas pero simplemente cuando no contesto es porque no soy quien para hacerlo (y muchas veces porque no sé), contesto en la medida en que creo que puedo y aún así con algo de reticencia porque es fácil recomendar y equivocarse. 

En definitiva, que si evado ciertos límites no es por no contestar, sino porque no puedo ni debo ir hasta ese punto, dicho esto, me encantará compartir e intercambiar opiniones con quien sea :)